Resumen:
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En el mundo acelerado y de alta tecnología de hoy, el amor a menudo se presenta como algo separado de las enseñanzas de la Iglesia. Con su primera encíclica, el Papa Benedicto XVI espera revertir esa percepción y describir el lugar esencial del amor en la vida de la Iglesia. El Santo Padre explica las diversas dimensiones del amor, destacando las distinciones entre "eros" y "ágape", Jesús como el amor de Dios encarnado y la ley bíblica del amor. En la segunda parte, vincula el trabajo caritativo de la Iglesia con el amor de Dios como Trinidad, señalando que la Iglesia debe expresar el amor a través de actos de justicia y caridad. Esta encíclica es una reflexión ideal para los líderes religiosos y cívicos, los que se preparan para el matrimonio y los que se dedican a la justicia y el trabajo caritativo.
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