Resumen:
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Los filósofos analíticos siempre se han enorgullecido de la naturaleza ahistórica de su filosofar. A diferencia de la filosofía tradicional o continental, la filosofía analítica es una ciencia o habilidad respetable; ésta usa técnicas específicas para abordar problemas discretos con resultados definitivos, y por esta razón no intenta refugiarse en discusiones sobre su propio pasado. Irónicamente, después de Russell y el Círculo de Viena, muchos filósofos analíticos han estado preocupados por los orígenes de su movimiento, principalmente con el motivo de reclamar un sustrato filosófico de pensadores como Leibniz o los empiristas británicos. En años recientes, el debate acerca de los orígenes de la filosofía analítica ha sido reabierto por la protesta de Dummett, donde indica que la filosofía analítica es una «filosofía posfregeana», y se basa en la convicción de que la base de esta filosofía es la filosofía del lenguaje.Las contribuciones en esta colección se extienden en un rango del debate que va después de Frege, tomando en consideración las contribuciones de Russell, Wittgenstein y el Círculo de Viena. Los colaboradores identifican y evalúan algunas ideas clave de la filosofía analítica del siglo XX, en particular, las relacionadas con el lenguaje. Ellos también comparan varias definiciones de la filosofía analítica con la metodología y práctica de eminentes filósofos analíticos. Además, los colaboradores se aproximan a estos temas desde diversos ángulos, ellos parecen estar de acuerdo que uno necesita distinguir entre el nacimiento de la filosofía analítica por un lado, y el giro lingüístico por el otro, pues de lo contrario, los filósofos analíticos paradigmáticos, como Moore, Russell y quizá también el mismo Frege, quedarían excluidos del movimiento.
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